¿Qué son los radicales libres?

Los radicales libres son moléculas de oxígeno muy reactivas. Se pueden acumular en las células y dañar a otras moléculas.

Nuestros cuerpos dependen del oxígeno, pero las funciones corporales normales a veces dividen las moléculas de oxígeno emparejadas en dos átomos individuales con electrones no emparejados. Estos electrones no emparejados exploran el cuerpo en busca de otro electrón para formar un par estable. Este es el motivo por el cual se describen como reactivos. Al hacerlo, provocan lesiones en las membranas celulares, las proteínas y el ADN.

¿Alguna vez le has dado un mordisco a un plátano o a una manzana y has dejado la fruta al aire libre? El color marrón que aparece es el resultado de la oxidación causada por los radicales libres. Un proceso similar se produce en la piel, pero a lo largo de décadas, no en unos minutos.

El cuerpo utiliza antioxidantes para neutralizar los posibles daños de los radicales libres, pero cuando hay un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad del cuerpo para neutralizarlos, los radicales libres empiezan a dañar las membranas celulares, las proteínas y el ADN en un proceso conocido como estrés oxidativo.

El estrés oxidativo puede hacer que la piel envejezca prematuramente: puede empezar a desarrollar signos visibles de envejecimiento, como líneas de expresión y arrugas, y a denotar un aspecto apagado y cansado antes de tiempo.

Dejando de lado el envejecimiento prematuro, a medida que envejecemos, la capacidad de la piel para desactivar los radicales libres disminuye de forma natural, lo que conduce a una aceleración en el proceso de envejecimiento de la piel.

¿Cómo puede reducir la cantidad de radicales libres y evitar los daños en la piel?
  1. Un estilo de vida saludable. Una dieta  equilibrada, rica en antioxidantes es buena para la piel.
  2. No fumar y reducir la ingesta de alcohol.
  3. No pasar demasiado tiempo al sol. Utilizar un producto de protección solar adecuado.
  4. Intentar disminuir el estrés
  5. Hacer ejercicio y dormir bien para ayudar a mantener un buen estado de salud en general y de la piel en particular.
  6. Y por supuesto, con un buen cuidado de la piel.

Entre las células dañadas por los radicales libres, se encuentran las responsables de la producción de sustancias como el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico, que dan a la piel joven su estructura firme. La producción de esta sustancia se reduce de forma natural a medida que envejecemos y el estrés oxidativo acelera este proceso. Por eso, debemos ayudar a nuestra piel con productos que incluyan estos principios activos.

Te indicamos los productos disponibles en nuestra web que te ayudarán a combatirlos:

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